Hábitos de estudio

Hasta hace algún tiempo, Hugo, un alumno universitario, dedicaba gran parte de su tiempo al estudio, pero aprendía muy poco. Sus notas eran regulares, Hugo estaba desesperado.
Un sábado en la mañana se encontró con Osvaldo, uno de sus compañeros, que siempre se sacaba muy buenas notas. En ese momento, Osvaldo partía de excursión, aprovechando el fin de semana.
-¡Quién como tú que pede irse de paseo!- exclamó Hugo_ . Lo que es yo, tengo que quedarme a estudiar estos dos días. ¡Qué suerte tienes de ser tan inteligente!
-¡No digas eso, Hugo!- respondió Osvaldo- .Posiblemente eres más inteligente que yo. Lo que pasa es que a mí me enseñaron a estudiar. Creo que te puedo ayudar. Juntémonos el lunes después de la prueba y hablemos sobre tu problema.
Osvaldo partió a su excursión y Hugo se quedó estudiando casi sin parar. El lunes después de la prueba los dos amigos se juntaron. A los dos les había ido bien. Durante un largo tiempo examinaron el modo de estudiar de cada uno.
Hugo estudiaba en todas partes: en la biblioteca, en el café, en los jardines, en cualquier habitación de la casa. Su método de estudio consistía en leer los textos muchas veces, aunque el libro fuera suyo, rara vez subrayaba las partes importantes; ocasionalmente tomaba algunas notas.
Osvaldo, en cambio, estudiaba sólo en dos partes: en la biblioteca de la universidad o en el escritorio de su pieza, que compartía con un hermano más chico.
-Si estudio en el patio o en el café no puedo concentrarme. Me dan ganas de participar en las conversaciones o en los juegos. Prefiero conversar o jugar sin pretender estudiar- explicó Osvaldo.
-Por eso debe ser cada vez que estudio en el patio o en el café aprendo tan poco- respondió Hugo.
-Puede ser- le dijo Osvaldo-. Como te gustaría más estar con los otros, el estudio se te hace pesado; no te concentras, y no aprendes. Por eso, yo siempre estudio en lugares que no presentan distracciones.
-¿Por qué no me explicas entonces tu método de estudio’- preguntó Hugo.
-mira, Hugo. Primero trato de ver qué voy a estudiar. Les doy una mirada a los títulos y subtítulos del texto o examino el índice. Eso es lo primero. Luego cierro el libro y en una hoja de papel escribo las preguntas que se me ocurren acerca de lo que voy a estudiar. Luego leo una o dos veces el texto.
-¿Y subrayas el libro?
-Sí, Hugo. Subrayo las ideas principales.
-¿Y lees toda la materia de una sola vez?
-No, Hugo. Divido la materia en partes más o menos cortas.
-¿Y luego qué haces?
Luego cierro el libro y lo guardo en un cajón o donde no lo vea. Entonces, primero trato de responder las preguntas que escribí antes de empezar a leer. Luego trato de resumir por mi cuenta lo que leí. Cuando termino de responder las preguntas y de hacer mis resúmenes, repito en voz alta lo que resumí como si estuviera explicándoselo a otro. Finalmente reviso el libro y corrijo lo que está mal, completándolo que me falta. ¿Sabes cómo se llama mi método?
-No tengo idea, Osvaldo.
-Mi método se llama EPL4R2C.
- ¿EPL4R2C?¿Qué significa eso?
- E significa: Examino. P: Pregunto. L: Leo.
-¿Y cuáles son las 4R?
-Respondo, Resumo, Repito y Reviso.
-¿Y las dos C?
Corrijo, Completó ¿ tú lo inventaste?
-no, hombre. La base la inventó una educadora llamada Francis Robinson, en 1962. A mí me lo enseñaron hace dos años y lo adapté un poco.
Hugo se fue a su casa, y allí, por su cuenta, se propuso un método para estudiar con más provecho. El método de Hugo se llama: EPL4R2C SAP. (Por si acaso, SAP significa: Salgo A Pasear).





a) Inventa un método de estudio que se adapte a tus características personales. Escribe su sigla y coloca, frente a cada letra, su significado.